Fotos: Cortesía
Hace unas horas leí un artículo redactado por un persona que no vale mencionar en el que refutaba la decisión de cambiar el nombre del Estadio Monumental Isidro Romero Carbo (o Alberto Spencer Herrera porque también se le dio ese nombre) por el de Estadio Banco Pichincha. Lejos de criticar si estuvo bien o mal que se le coloque el nombre de una institución quiteña (pienso que en esta época, el regionalismo es un pensamiento que sólo pueden tenerlo personas estúpidas y obtusas), el análisis que propongo va encaminado a conocer la realidad de este negocio, y no en si es acertado o no colocar un nombre al estadio, sea cual sea la institución que invierta en esto, ya que es my dificil llegar a un concenso general.
La decisión de la directiva del Barcelona de Ecuador, de nombrar comercialmente al estadio como Banco Pichincha, generará ingresos de un millón de dólares por temporada, es decir, cuatro millones, ya que el convenio es por la duración de la presidencia de Eduardo Maruri (2007 - 2011). Esta ación es parte del trabajo del departamento de mercadeo de Barcelona, dirigido por Carlos Javier Perá, ejecutivo que también es parte de Canal 1. Y no es una venta del nombre del estadio, ya que se está alquilando, comercialmente, el nombre del establecimiento.
Por otro lado, cuando se fundó el estadio, en los estatutos del club se lo registró como Estadio Monumental de Barcelona SC, lo cual años después fue cambiado, en acto de egocentrismo puro, por el otrora Presidente amarillo, el Ing. Isidro Romero Carbo, el cual realizó grandes gestiones con el club, pero que tomó estña desacertada decisión, ya que dejó a un lado el reconocimiento a jugadores emblemáticos del club como Sigifredo A. Chuchuca, Luciano Macías, Vicente Lecaro, entre otros.
Pero retomando el tema, este mercadeo de la marca es la tendencia mundial que desde hace mucho tiempo aplican varios clubes deportivos (no sólo lo hacen los de fútbol) para sacarle provecho a la importancia de sus intituciones. Es por eso que Peter Hill-Wood, presidente del Arsenal Football Club de Inglaterra, no dudó en firmar un contrato por 150 millones de euros distribuidos en 15 temporadas, con el Presidente de Emirates Airlines, Tim Clark. En el verano del 2006, el Emirates Stadium fue inaugurado con el partido amistoso Arsenal FC vs Ajax, reemplazando al antiguo Highbury Stadium.
En Alemania, tenemos el Volkswagen Arena, en Wolfsburg, y el Bayer Leverkusen. En este mismo país, el estadio del bayer Munich se llama Allianz Arena, en razón de la empresa aseguradora. En Melbourne, Australia, tenemos el Telstra Stadium (también conocido como ANZ Stadium), por el que recibió la administración de ese estadio recibió 5,5 millones de euros.
Asimismo, en Italia, el club Siena tiene su estadio Artemio Franchi - Monte Paschi Arena, después del contrato suscrito con el banco local, Montepaschi, ofreciendo una nueva forma de mayor visibilidad a su histórico patrocinador. El Espanyol de Barcelona, también tiene en mente obtener 4,5 millones de euros anuales por colocar un nombre comercial. Mediapro, una empresa que trabaja para el club, será la encargada de negociar, conjuntamente con el club, el nombre del campo de juego. Y hacia donde apuntan: el mercado árabe. Un ejemplo más en este país fue cuando la empresa Toyota tentó al Valencia para cambiar de nombre, pero al final no se pusieron de acuerdo.
También están los ejemplos del PSV Eindhoven, con el Phillips Stadium, antiguo patrocinador del club; y el Pizza Hut Park, del Dallas FC de la Major League Soccer. Además, están los estadios de los equipos de fútbol que son propiedad de empresas, como son el Salzburgo Red Bull de Austria y Red Bull New York de la MLS.
Pero los ejemplos más palpables están en Estados Unidos, ya que es muy común en todos los deportes importantes. Por eso, oímos del Staples Center de los Lakers de Los Angeles, del Busch Stadium de los St Louis Cardinals en Missouri, y de Wrigley Field, de los Chicago Cubs, estos de baseball. En Florida, los Miami Dolphins y los Jacksonville Jaguars están buscando patrocinadores, en una situación que el estadio promedio recibe €3 millones, pero los grandes mucho más.
Yendo más lejos: por ejemplo, la Universidad de Phoenix en Arizona firmó por más de €100 millones por 20 años por el estadio de los Arizona Cardinals. También, Lucas Oil pagará casi €90 millones por 20 años por el estadio de los Indianapolis Colts en Indiana; Reliant Energy está pagando €6 millones al año por el estadio de los Houston Texans, y el LP Field de los Tennessee Titans, que firmaron €20 millones por 10 años, estos últimos de la NFL (fútbol estadounidense).
Finalmente, me pregunto, ¿cuál es el problema de que Barcelona obtenga cuatro millones de dóalres por este convenio que durará cuatro años? ¿Acaso no entendemos que el fútbol es un negocio? ¿Cómo creen los críticos negativos que el directorio puede financiar grandes y costosas contrataciones como las de Hurtado, Zárate, Quiroz, Lara, entre otros?
Hay que pensar en cuál debería ser la postura de los aficionados al equipo. Barcelona es del Ecuador, no sólo de los guayaquileños, y lo digo como uno de ellos. Lo mejor es que esta acción sea imitado por los mismos equipos locales para obtener mayores recursos que les permitan salir adelante. Además, de buena fuente, sé que para el futuro se vienen muchas buenas noticias... Esto sólo es el inicio de una buena relación de Barcelona con el mercadeo. Sino, ¿cuánto creen que Boca Juniors genera por este rubro? Según Orlando Salvestrini, presidente de Boca Crece (firma que maneja el mercadeo de este equipo), afirma que esos ingresos son de un millón de dólares. Pues en ese caso, Barcelona ya los empató, ahora sólo faltan el museo, las camisetas personalizadas, entre otras cosas... *JCBlogs*
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